El ecologista José Miguel de Peña Jiménez denunció en El Gobierno de la Mañana de la Z101, que la empresa Barrick Gold contrató testaferros y mercenarios peruanos que amenazaron al juez que emitió la sentencia que ordena la devolución de su finca, como también a los abogados que lo defendieron. De Peña Jiménez enfatizó que la Barrick Gold no ha cumplido con lo que expresa la sentencia que lo favorece.
Tras asegurar que notificó al presidente Leonel Fernández y al jefe de la Policía Nacional del caso, dijo que "ayer (lunes) tuvimos que notificar al Presidente, al secretario de las Fuerzas Armadas y al jefe de la Policía, que la Barrick Gold ha contratado testaferros y mercenarios peruanos que han amenazado al juez que emitió la sentencia que ordena la devolución de mis tierras, y a los abogados que me defienden", expresó.
Añadió que puso en conocimiento de las autoridades las amenazas a fin de evitar que asesinen al juez y los abogados de su defensa. "Hacemos responsable al Estado de lo que pueda sucederle al juez, a los abogados y al notario actuante porque el Estado tiene que garantizar la seguridad de los ciudadanos", proclamó.
De Peña Jiménez indicó que han colocado pasquines en los vehículos de sus abogados que dicen: "Juez que condena a la Barrick Gold, juez que muere".
Manifestó que se presentó el pasado domingo a su finca a levantar un acta notarial del estado de los terrenos. "Nos mantuvieron detenidos sin dejarnos entrar a la finca. Luego, nos permitieron penetrar escoltados por personal de la compañía, pero no nos dejaron caminar por dónde queríamos, sino por la parte que ellos deseaban", afirmó.
Además, denunció que la Barrick Gold continúa tumbando árboles. "El nacimiento del río Arroyo Grande fue devastado, han tumbado más de 20 mil árboles. Sometimos el caso a la Procuraduría de Medio Ambiente, lo remitieron a La Vega, pero no han hecho nada", subrayó.
"La sentencia no se cumple en ninguna de sus partes. Ordena que me devuelvan las tierras y la Barrick Gold se resiste", resaltó.
De Peña Jiménez dijo que la explosión de un tanque que instalaron para procesamiento en las calderas de la Barrick Gold fue lo que provocó la intoxicación de centenares de trabajadores. "Ese gas envenenó a los intoxicados que no fueron 100, sino alrededor de 1,000. Sólo en Cotuí han tratado a más de 500 en el hospital con problemas del sistema nervioso central que puede tener repercusiones hasta cinco años después", significó.
"Hay medios de comunicación a los que la Barrick Gold les paga para que distorsionen los hechos. Es penoso que sectores de la prensa se dejen manipular, como dijo ayer el ejecutivo peruano de la compañía: Que no había pasado nada", puntualizó.
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