El mal amigo es a veces más peligroso que el enemigo. Por definición, las motivaciones del enemigo son predecibles, sabemos qué quiere y podemos inferir qué piensa: la animadversión salta a la vista. En cambio, el mal amigo tiende a ser más indescifrable, suele manejar una doble faz que no siempre se hace evidente y que en ocasiones nos confunde. Sin lugar a dudas, y aunque pueda parecer una contradicción, para la supervivencia personal, es preferible un buen enemigo a un MAL AMIGO.
El mal amigo se delata de muchas maneras. Basta observar de manera realista y sin remordimientos su comportamiento, para que la enemistad oculta aflore en toda su intensidad y descaro:
1. - El mal amigo siente envidia. Le molesta el triunfo del “compañero”, no lo comprende o simplemente no lo justifica. No se pone VERDE DE LA ENVIDIA, pero adquiere un tono pálido de rabia contenida.
2. - El mal amigo no da refuerzos o da muy poco, no felicita ni muestra admiración. Le duela dar el brazo a torcer. Se cuida en el halago porque teme engordar el ego del otro, como si el reconocimiento fuera una forma de HUMILLACIÓN.
3. - El mal amigo no es solidario, o es solidario a medias, que es peor. Suele jugar el papel de árbitro o de Pilatos: no toma partido y asume una objetividad inaceptable para quien considera amigo. Evalúa, juzga y duda de nuestras verdades, o simplemente guarda silencio cuando debe hablar. No nos apoya en los proyectos más importantes e incluso puede torpedearlos de manera solapada.
4. - El mal amigo se escapa cuando las cosas se complican y no le pone el pecho a la contingencia. En las malas, se esfuma misteriosamente, y en las buenas hace su aparición. AMIGO POR CONVENIENCIA, DESERTOR DE OFICIO.
5. - El mal amigo casi siempre es amigo de NUESTROS ENEMIGOS O DE PERSONAS QUE NOS HACEN DAÑO... ¿ Podríamos ser amigos de alguien que maltratara a nuestros hijos? …..Obviamente, NO¡¡¡……. El cuerpo no nos dejaría, la AMISTAD incluye siempre un carácter transitivo: “Si lastimas a quien quiero, me lastimas”.
6. - El mal amigo va sumando pequeñas traiciones y engaños que pasan desapercibidos en un comienzo, pero con el tiempo se acumulan hasta que un día explotan. El problema es que el daño ya está hecho.
7. - El mal amigo nos recuerda los defectos cada vez que puede. Y aunque diga que es por nuestro bien, su verdadera intención es meter el dedo en la llaga. La CRÍTICA AMISTOSA del mal amigo siempre está contaminada de morbo. No hay ternura ni cuidado, sólo ganas de resaltar lo malo. No hay delicadeza, sólo agresión encubierta……
El MAL AMIGO es subversivo por naturaleza. Es un caballo de Troya que se introduce en nuestras vidas e intenta minar el orden mental. Con los malos amigos NUNCA HAY PAZ de verdad, nunca logramos la sensación de estar a buen resguardo, casi siempre hay “MALOS ENTENDIDOS Y COSAS POR ACLARAR y por tal razón, la relación se vuelve PESADA, COMPLEJA y MOLESTA.
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