Científicos estadounidenses han desarrollado un método revolucionario que permite vacunar sin jeringas o agujas y sin necesidad de personal médico especializado, según un estudio publicado en la revista Nature Medicine.
Se trata de un parche que se coloca en la piel y que transformará la batalla contra futuras pandemias inoculando a los pacientes con vacunas que podrán enviarse por correo y que podrán administrarse en el hogar sin necesidad de ayuda médica.
En el mundo en desarrollo, la utilización de esos parches podría eliminar la necesidad de la costosa infraestructura de las campañas masivas de vacunación y su almacenamiento, además del peligro que supone la utilización de jeringas sucias.
El parche contiene alrededor de un centenar de agujas microscópicas hechas de plástico biodegradable que penetran ligeramente y de forma indolora en la superficie de la piel y se disuelven sin dejar huella.
Se trata de un parche que se coloca en la piel y que transformará la batalla contra futuras pandemias inoculando a los pacientes con vacunas que podrán enviarse por correo y que podrán administrarse en el hogar sin necesidad de ayuda médica.
En el mundo en desarrollo, la utilización de esos parches podría eliminar la necesidad de la costosa infraestructura de las campañas masivas de vacunación y su almacenamiento, además del peligro que supone la utilización de jeringas sucias.
El parche contiene alrededor de un centenar de agujas microscópicas hechas de plástico biodegradable que penetran ligeramente y de forma indolora en la superficie de la piel y se disuelven sin dejar huella.
Las pruebas efectuadas indican que el parche es tan eficaz, si no más que las vacunas convencionales.
Las microagujas tienen una longitud de 650 micrones -seis veces el grosor de un pelo humano.
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