Los residentes aquí, a través de entidades, sacerdotes, profesores y un pastor, pudieron decirle a Fernández verdades que aparentemente ignoraba, situación que puso a la defensiva a varios secretarios de Estado
COTUI. Como en los cuatro anteriores “diálogos populares” encabezados por el presidente Leonel Fernández, el realizado ayer en este municipio cabecera de la provincia Sánchez Ramírez, el mandatario pudo comprobar que a veces se le informa sobre la terminación de obras no concluidas y de la existencia de problemas que pueden resolverse con pocos recursos.
Los residentes aquí, a través de entidades comunitarias, sacerdotes, profesores y un pastor evangélico, pudieron decirle a Fernández verdades que aparentemente ignoraba, situación que puso a la defensiva a varios secretarios de Estado y que fueron requeridos por el Presidente para que respondieran las denuncias.
De todas las voces que se escucharon, la más notoria fue la del padre Nino Ramos, quien ejerce su ministerio en Fantino y que, para demostrar la pésima calidad del “agua potable” de allí, sorprendió a todo el mundo al mostrar un frasco lleno del líquido con un color a chocolate.
“Señor Presidente, este frasco lo llené esta mañana antes de salir para acá, para que usted vea con el tipo de agua que nos bañamos y resolvemos nuestras necesidades en Fantino”, dijo.
Fernández pidió al ingeniero Mariano Germán, director de Inapa, que explicara las razones de esa situación. El funcionario dijo que todo tiene su origen en que la planta no funciona porque hay que invertir alrededor de 20 millones de pesos en su reparación “lo que vamos a hacer el próximo año”.
Sin embargo, el Presidente consideró que esa cantidad de dinero no era tan grande como para tener que esperar hasta el 2010 la solución, preguntándole a Germán que si él le entregaba esos recursos en los próximos días, cuándo comenzarían en Fantino a disponer de agua en óptima calidad. Le respondió que en dos meses. Fernández replicó diciendo: “Entonces, en diciembre próximo vengo a inaugurar en Fantino su nuevo sistema de agua potable, porque le voy a dar ese dinero”.
Otra denuncia que hizo el padre Nino, secundada por su colega de Cevicos, Michael Rosario Vargas, fue que en Fantino hay un dispensario médico y en Cotuí un hospital que no están funcionando, aunque las estructuras físicas hace tiempo fueron terminadas, porque no han sido equipados por Salud Pública.
Cuando el mandatario le pidió explicación al doctor Bautista Rojas Gómez, el secretario de Salud Pública se limitó a confirmar la denuncia, prometiendo que el equipamiento de ambos centros asistenciales será incluido en el presupuesto del año próximo.
El ingeniero Víctor Díaz Rúa, titular de Obras Públicas, no escapó de las querellas de los moradores de distintos lugares de la provincia. Calles, carreteras y puentes en mal estado fueron denunciadas al Presidente.
A la andanada de críticas Díaz Rúa respondió que la cartera bajo su responsabilidad ha invertido más de 1,200 millones de pesos en la provincia en los últimos tiempos y que, aunque Obras Públicas se comprometió a reparar las calles “esa es una responsabilidad directa de los Ayuntamientos”.
Al secretario de Educación, Melanio Paredes, le tocó hablar claro ante las alusiones de que centros educativos como el “Hernando Alonzo” y el liceo de Fantino precisan de la mano amiga de esa cartera, así como una escuela laboral. También prometió diligenciar la solución de los problemas planteados.
El presidente Fernández dijo sentirse moralmente comprometido con lo discutido ayer en esta ciudad “y, como he estado haciendo en otros lugares, volveré aquí a vigilar, a inspeccionar para saber si los funcionarios que han hablado aquí efectivamente están cumpliendo con sus palabras”.
Consideró que a la provincia Sánchez Ramírez “le espera un futuro venturoso y un porvenir luminoso, que cuenta con una mina de oro y otra de conocimiento, como es la Universidad del Inteco”.
0 comentarios